Las fracturas de cadera representan una de las lesiones más delicadas, especialmente en adultos mayores, aunque pueden presentarse en cualquier etapa de la vida debido a caídas o traumas significativos. En Hospital Polar San Isidro, sabemos que estas lesiones no solo afectan la movilidad, sino que también impactan profundamente la calidad de vida y la autonomía de quienes las padecen.
Como líderes en el manejo de este tipo de dolencias, hemos desarrollado esta guía para ofrecerte información precisa y confiable sobre cómo se diagnostica y trata una fractura de cadera, así como los pasos necesarios para una recuperación integral. Nuestro objetivo es que esta información sirva como un recurso valioso para pacientes y familiares que buscan comprender y enfrentar esta condición con el respaldo de profesionales expertos.
Una fractura de cadera es una lesión grave que afecta la articulación donde el hueso del muslo (fémur) se conecta con la pelvis. Esta articulación es esencial para realizar movimientos básicos como caminar, sentarse o levantarse, lo que explica el impacto significativo que una fractura puede tener en la calidad de vida.
Estas fracturas suelen ser más comunes en adultos mayores debido a la pérdida de densidad ósea asociada con la osteoporosis, aunque también pueden ocurrir en personas más jóvenes a causa de accidentes o impactos de alta energía. Los síntomas incluyen dolor intenso en la cadera o el muslo, incapacidad para sostener peso sobre la pierna afectada, e hinchazón o hematomas alrededor del área. Identificar y tratar esta lesión a tiempo es crucial para prevenir complicaciones como infecciones, pérdida de movilidad o problemas circulatorios en la zona afectada.
Síntomas | Método de diagnóstico |
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Dolor intenso en la cadera o muslo | Radiografía: Proporciona imágenes claras del hueso fracturado para confirmar la localización y gravedad. |
Incapacidad para caminar o sostener peso en la pierna afectada | Tomografía computarizada (TC): Ofrece un análisis detallado de la fractura, especialmente en casos complejos. |
Rigidez o dificultad para mover la pierna | Resonancia magnética (RM): Detecta fracturas no visibles en radiografías, ideal para casos sospechosos. |
Hematomas o hinchazón alrededor de la cadera | Exploración física: El médico evalúa movilidad, sensibilidad y signos de fractura externa. |
Acortamiento o rotación anormal de la pierna afectada | Densitometría ósea: Utilizada si se sospecha osteoporosis como causa subyacente. |
Esta combinación de síntomas y herramientas de diagnóstico permite una evaluación precisa y un tratamiento adecuado para la fractura de cadera. En Hospital Polar San Isidro contamos con tecnología avanzada y especialistas que garantizan un diagnóstico rápido y confiable.
El manejo de una fractura de cadera depende de factores como la gravedad de la lesión, la edad del paciente, su estado de salud general y el nivel de actividad previo a la fractura. En Hospital Polar San Isidro, evaluamos cuidadosamente cada caso para ofrecer la mejor opción de tratamiento, siempre priorizando la recuperación integral y la calidad de vida.
Cada opción tiene sus ventajas y desafíos, y la decisión se toma en conjunto con el paciente y su familia para garantizar los mejores resultados posibles.
La recuperación tras una fractura de cadera es un proceso que requiere dedicación y un enfoque multidisciplinario. En Hospital Polar San Isidro, diseñamos planes de recuperación personalizados para cada paciente, asegurando una rehabilitación efectiva y un regreso seguro a sus actividades diarias.
Ejercicios específicos dirigidos por fisioterapeutas expertos para:
Uso progresivo de dispositivos de apoyo, como andadores o bastones, según las necesidades del paciente.
El tiempo de recuperación depende de factores como:
Generalmente, el periodo de recuperación oscila entre 3 y 6 meses, aunque algunos pacientes mayores pueden necesitar un poco más de tiempo para recuperar completamente su independencia.
Un seguimiento constante con el equipo médico y fisioterapéutico es esencial para garantizar el éxito del proceso de recuperación y prevenir complicaciones a largo plazo.
Aunque la mayoría de las fracturas de cadera tratadas correctamente tienen buenos resultados, es importante conocer las posibles complicaciones para actuar rápidamente en caso de que ocurran. Nuestro enfoque incluye medidas preventivas y un seguimiento continuo para minimizar riesgos.
Las infecciones en el sitio quirúrgico son una complicación posible tras una cirugía de cadera. Sin embargo, su riesgo se minimiza considerablemente con medidas de esterilización rigurosas y el uso preventivo de antibióticos, así como un cuidado adecuado de la herida durante el proceso de recuperación.
La trombosis venosa profunda, que consiste en la formación de coágulos sanguíneos en las venas profundas, es una complicación potencial debido a la inmovilización postquirúrgica. Para prevenirla, se recurre a medicamentos anticoagulantes y a la movilización temprana del paciente, además del uso de dispositivos de compresión para mejorar la circulación.
El fallo del implante, que puede implicar el desgaste o aflojamiento de la prótesis, es una complicación rara, pero posible. Un seguimiento regular con el médico es crucial para detectar cualquier signo de fallo a tiempo y tomar las medidas adecuadas, como un ajuste o reemplazo del implante, si es necesario.
Para prevenir fracturas de cadera, es fundamental mantener los huesos fuertes. Esto se logra a través de una dieta rica en calcio y vitamina D, así como el uso de suplementos si es necesario. Además, ejercicios específicos, como el levantamiento de pesas o actividades de impacto bajo, ayudan a fortalecer los huesos y reducir el riesgo de osteoporosis, una de las principales causas de fracturas en adultos mayores.
Las caídas son una de las principales causas de fracturas de cadera, por lo que prevenirlas es esencial. Es recomendable usar calzado adecuado que ofrezca buen agarre y estabilidad. También, adaptar el hogar con barras de apoyo en lugares clave, como el baño y las escaleras, y mantener el espacio libre de obstáculos, contribuye a reducir el riesgo de caídas y accidentes.
El tiempo de recuperación de una fractura de cadera varía según el tipo de tratamiento y la edad del paciente. Generalmente, puede tomar entre 3 y 6 meses para una recuperación completa, aunque algunas personas pueden requerir más tiempo, especialmente si son mayores o tienen complicaciones adicionales. La rehabilitación y la fisioterapia son clave para acelerar la recuperación y recuperar la movilidad.
La capacidad de sentarse después de una fractura de cadera depende del tratamiento realizado y la evaluación médica. En muchos casos, se puede comenzar a sentarse poco después de la cirugía, pero siempre bajo la supervisión de un profesional. Es importante evitar movimientos bruscos y seguir las recomendaciones médicas para evitar complicaciones.
El tratamiento quirúrgico de una fractura de cadera generalmente implica la fijación interna o el reemplazo parcial o total de la articulación. En casos más graves, se realiza una artroplastia total de cadera, donde se reemplaza toda la articulación por una prótesis. La cirugía se realiza bajo anestesia general o regional, y el tipo de intervención depende de la ubicación y gravedad de la fractura.
Tu confianza merece un tratamiento para la salud con calidad y calidez.
Hospital Polar San Isidro, cuidando vidas
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